Posdata.

Querido tu.
Me voy, no muy lejos, solo lo suficiente para que no me alcances. Y cuando vuelva, espero no verte por aquí.
He decidido que voy a empezar a hacer esas cosas que nunca hice, a probar los sabores de otros hombres, a sentirme guapa; voy a empezar a quererme.
Puede que cuando vuelva, siga con ganas de ti, pero por suerte, solo puede.
Lo que se es que desde hace algún tiempo me acuesto con la pena pegada a mi piel y tu no haces nada para quitarla.
Aún recuerdo cuando te conocí con 11 años, recuerdo como decidimos odiarnos y querernos al mismo tiempo.
Más de una vez me has dicho que no merecía lo que me hacías, tenías razón cariño.
Pero seguiste haciéndolo.
En fin, tu. Me voy, espero que cuando este de vuelta tu ya no estés. Y si estás, saluda a tu recuerdo de mi parte, que yo ya te habré olvidado.

pd. te quiero (y siempre fue/será así. Pero suuh, es un secreto)