lunes, 22 de octubre de 2012

El pasado

El pasado siempre vuelve y muchas veces eres tu misma quien lo busca y claro, lo encuentras.
Yo evito pensarlo, evito pensar el porqué no estudié medicina si de pequeña era mi sueño o porque más tarde no estudié derecho para hacerme jueza y porque estudio bellas artes para no ser nada.
A veces me vienen a la mente personas que muy pronto dejaron de ser importantes y otras que sin serlo yo les daba demasiada importancia.
A veces pienso en el primer novio a los 12 años, algo evocado al fracaso siendo el de barcelona y yo de Valencia.
Otras veces pienso en el primer chico realmente importante para mi, Andreu. Todo el mundo se reia, pues yo llamandome Andrea y el Andreu parecia hecho adrede.
Muy amenudo a menudo pienso en Alex, en porque las cosas fueron así de dificiles, haciendonos la vida imposible y sin que dejarmos disfrutar  de como nos veiamos crecer.
Tengo demasiadas preguntas en mi cabeza y sintiendolo mucho, la mayoria son sobre personas que me gustaría que estuvieran y que nunca estarán.
El pasado es lo que hace que seamos como somos, el pasado nos crea una barrera por todo lo que hemos vivido y siempre caeremos en el porque a fin de cuentas, el pasado somos nosotros mismos hace muchos año.

sábado, 21 de abril de 2012



Mientras se pintaba los labios pensaba en todos esos hombres que le habían besado, acariciado, prometido amor eterno y más tarde se habían manchado.
Y esto parecía suceder uno tras otro, sin llegar nunca a encontrar esa persona, a esa persona capaz de llegarte hasta dentro, muy dentro, hasta tal punto que puedas sentir que el mundo es el.
Pero ahí estaba, mirándose al espejo sin entender que pasaba y esperando que ese hombre llegara, sabiendo que nunca iba a llegar.

La vida, que es muy perra.

jueves, 23 de febrero de 2012

A veces sucede...

Cuando solo tenía 12 años me enamoré, mucho, muchísimo. Tanto que duró unos 7 años y aún uniendo los minutos de felicidad de ese tiempo no podría hacer una semana entera.
El no tenía nada especial, ni nada que le destacara demasiado, era arrogante, orgulloso, listillo y hasta podría decir que un poco manipulador. Le daba pánico comprometerse (o eso es lo que me repetía a mi misma para no creer que lo que pasaba es que no me quería), la mayoría de las veces intentaba dejarme por los suelos y por eso creo que desarrolle un método en el que la última palabra era mía y siempre dejaba mal al personal que se pusiera por delante.
Sigo diciendo que no tenía especial, pero la mayoría de las noches me acostaba pensando en como iba a ser nuestro futuro cuando dejara el orgullo un poco de lado. Eso, claramente, nunca sucedió.
Así que puedo decir que me pase 7 años de mi adolescencia queriendo a alguien que tenía en mi cabeza y no a una persona de carne y hueso.
Ahora, siempre que recurro a algún recuerdo en el que el aparezca me toco el pecho, pues una vez creí que del daño que me hizo se me rompería a cachos y me abrazaba fuerte, fuerte para que eso no pasara. Al cabo de los años, hay heridas que se curan solas, a base de alcohol aunque hayan recuerdos que no se pueden borrar, que quedan grabados a fuego dentro de ti pero no duelen, ni pican, ni escuecen. A veces sucede que escribes porque lo necesitas, no porque eches de menos.